Azucena Soto García
¡Aprovecha las clases, valora a tus profesores!
Muchas de sus enseñanzas florecerán en ti
el día menos pensado.
Azucena I. Soto
García
Gerente de Recursos
Humanos Direct & TA en Henkel
Generación 2014
A veces, cuando tiene junta muy temprano, Azucena se levanta a las cuatro de la mañana. En otras ocasiones, cuando la prisa no es tanta, sale a correr un rato y luego se va a la oficina en su carro. A Azucena le gusta manejar, escuchar música y estar con su esposo, con quien se casó en 2019. Además, ha vuelto a andar en bicicleta, cosa que dejó de hacer hace muchos años. Lo que nunca ha dejado de hacer es recordar sus tiempos de estudiante
De mis días de EBC, recuerdo una
experiencia en particular: teníamos que desarrollar una empresa. Nuestro
proyecto consistió en una pizzería donde el consumidor preparaba su propio pan:
desde darle forma hasta colocar los ingredientes y hornearlo. El valor del
concepto estaba en la convivencia, el contacto directo con los alimentos y la
creatividad culinaria. Aplicamos en el proyecto los conocimientos adquiriros en
clase: estudio de mercado, generación de imagen, estrategia de venta, formas de
inversión, publicidad…
Considero que mi primer logro
académico fue el hecho de recibirme. Cumplí conmigo misma y con mi familia: realicé
mis prácticas, liberé el servicio, obtuve el título… ¡Estoy muy orgullosa de mi
esfuerzo! Claro, no lo hice sola: tuve maestros maravillosos, como el profesor
Francisco de la Vega Torre.
Una de las ventajas de la EBC está en
la flexibilidad de sus horarios, la que te permite combinar el estudio con
otras actividades. Como muchos compañeros, yo decidí trabajar desde el
principio de mi carrera, para independizarme de la economía de mis padres y
poder entonces tomar ciertas decisiones que sólo puedes asumir cuando no
dependes del dinero de otros. Además, desarrollé algunas de mis capacidades,
hecho que más tarde fortalecería mi vida profesional.
Comencé como mesera en un restaurante
y más tarde tuve la oportunidad de ser becaria en el área administrativa de un
centro de distribución. Posteriormente, gracias a una feria de reclutamiento de
la EBC, fui invitada a colaborar en Henkel, la empresa en la que todavía hoy me
encuentro y donde he podido aplicar los conocimientos y la formación obtenidos
en mi alma máter: la perseverancia, la puntualidad, el respeto a los tiempos de
entrega acordados y el rechazo a la frustración, por ejemplo, son virtudes de
las que me enorgullezco y cuyas raíces están en la familia y en la EBC.
Somos estudiantes para siempre
Tenemos en Henkel un programa que se
llama Mentoring, en el que te asignan
un consejero que te ayuda a alcanzar alguna de tus metas, sea de índole laboral
o sea de carácter personal: buscamos herramientas, diseñamos una metodología y
caminamos juntos, hasta llegar a donde quiere uno llegar. Y esto me recuerda
mucho el estilo de algunos de mis maestros de la EBC, quienes fueron verdaderos
mentores, verdaderos tutores de la aventura de saber.
Somos impulsores de progreso
Y parece que he heredado de la EBC el
gusto por el crecimiento colectivo: me
entusiasma el ayudar a la gente a desarrollar sus capacidades o enfrentar sus
retos. Ahorita tengo muy en mente el “Reta a tu equipo para ver hasta dónde
llega”, porque eso alguna vez lo hicieron conmigo. Alguien me colocó ante un
proyecto muy difícil. No estaba segura de lograrlo, dudé de mi capacidad. Sin
embargo, lo asumí como un reto y lo saqué adelante.
Somos honestos y socialmente responsables
La honestidad se aprende, porque en
ella están involucrados acuerdos y normas generadas por la sociedad a través de
su propia historia cultural, política y moral. Asimismo, aprendemos a alejarnos
de conductas que pudieran poner en riesgo nuestra honestidad. Parto de los
valores recibidos en casa y aprendo a manejarme dentro de las normas de mi
entorno social y profesional. Algo semejante sucede con la responsabilidad
social, que es la versión colectiva de la honestidad: se parte del civismo
básico y se extiende a temas relativos al medioambiente, al progreso de nuestra
comunidad y la creación de un mundo sustentable que sea capaz de generar
bienestar y felicidad en un mayor número de personas y grupos.
Mis consejos a las nuevas generaciones de estudiantes
1.
Agradecer lo que tienes, disfruta de las instalaciones y
de un espacio de convivencia que no se limita al estudio, sino que se extiende
al cultivo de la amistad.
2.
¡Aprovecha las clases, valora a tus profesores! Muchas de
sus enseñanzas florecerán en ti el día menos pensado. Y entonces sabrás que la
excelencia educativa de la EBC tuvo en la calidad de sus maestros un pilar muy
importante.
3.
Dale su lugar a tus amistades, para alegrar tus días,
para reír y para disfrutar cada uno de tus días de estudiante.
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